Muchas veces sentimos que la espera se vuelve eterna, y que nunca obtendremos lo que tanto anhelamos. Hasta podemos creer que estamos perdiendo tiempo y que tal vez, existe el camino rápido. No esperes más, y aprendamos juntas el secreto de la paciencia a través de este increíble versículo.
Cuando pienso en la paciencia, me viene a la mente esas líneas interminables que se deben hacer en los supermercados cuando uno tiene que pagar, en las que tienes que esperar a ser atendido y donde pareciera que nunca llegará tu turno. ¿No te ha pasado esto a ti? O quizás, es otra experiencia lo que te hace pensar en la paciencia ¿Qué es aquello que te viene a la mente cuando piensas en ser paciente? Tal vez, recuerdas las largas horas de clase en las que tu profesor no deja de hablar y te quieres ir a tu casa.
¿Qué es aquello que anhelas tener y todavía no puedes, aquello que para lograrlo tienes que esperar? ¿Cuál es tu situación o problema que pareciera no tener fin? Me refiero, a aquello que te lleva a preguntar ¿hasta cuándo tendré que soportar?
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
Santiago 1:4
Santiago, el hermano del Señor, menciona la palabra “paciencia”, que en el original significa resistencia, perseverancia y constancia; la cual, nos ayuda a ser perfectos. Pero, para entender un poco mejor todo esto, ubiquémonos en el contexto de este versículo. El texto anterior dice:
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago 1:2-3
Aquí Santiago, le escribe a la iglesia del Nuevo Testamento, la cual estaba dispersa por muchas regiones y estaba siendo perseguida debido a su fe. Por entonces, había muchas personas que mataban y torturaban a quienes declaraban ser seguidores de Cristo. Debido a esto, los creyentes en Cristo habían perdido a muchos familiares y seres queridos en el camino debido a estas persecuciones; y no sólo eso, sino que también, tuvieron que alejarse de sus hogares y sus ciudades de origen. Por declarar su fe, se hallaban en una situación de peligro y muerte constante. Ellos estaban experimentando duras y diversas pruebas. Esto quiere decir que no sólo era una prueba, sino, que eran muchas y variadas, “multifacéticas”. También, se puede decir que las pruebas eran de muchos colores; algo así, como el muestrario de una pinturería, que tiene las distintas gamas de los colores. Por lo tanto, en esta situación se encontraban ellos, cuando Santiago les dice que tengan gozo, y no sólo eso, sino, que este gozo debía ser un “sumo gozo”; es decir, un gozo grande, entero y continuo.
La prueba es un test, un examen, en el que se examina nuestra fe y se pone a prueba. Son momentos de angustia, dolor, tribulación que nos enseñan paciencia. Según 2° Corintios 4.17, son leves y momentáneas, al compararlas con la carga pesada de honra y grandeza, que la tribulación produce; y no sólo es pesadísimo, sino que, es un resultado eterno. Es decir, que las pruebas pueden ser momentos de angustia, dolor, donde la persona experimenta una tribulación momentánea, pero luego, estos momentos traen su buen fruto. Y, no sólo la fe se fortalecerá y tendrá mayor peso, sino, que también tendrá por resultado un fruto eterno, algo que nadie te podrá quitar en esta vida; te dará algo que te lo llevarás a la eternidad.
Asimismo, parte del fruto que te deja la prueba es la paciencia, que es producida durante este lapso breve y momentáneo de tribulación, la cual trabaja en nuestras vidas para llevarla por más y lograr ese perfeccionamiento (pulido y acabado) que Dios busca en nosotros. Entonces, Dios utiliza nuestras circunstancias más difíciles para enseñarnos a esperar, porque Él sabe que la espera permitirá completar Su obra de perfección (exquisitez) en nosotros. La palabra, “perfección”, quiere decir: completo, maduro; y la palabra “cabal” quiere decir: íntegro. Pero, esta obra de madurez y perfección sólo se cumplirá, si nosotros nos entregamos, dejando que Dios trabaje en nuestras vidas. Es aquí, cuando la prueba deja de ser una angustia sin propósito y, se convierte en el camino por el cual Dios nos lleva por más, es cuando nos estira para que logremos nuestro máximo potencial y así, en este proceso nos permite alcanzar un conocimiento más profundo de él.
Esto mismo, me recuerda a la etapa en la que usé brackets. Para quien los haya usado, debe entender lo que es esperar y sentir dolor. En mi caso tuve que usarlo por al menos 3 años, esto significó también, asistir al odontólogo cada 15 días para que él me ajustara los alambres y extendiera mi paladar. Luego de que me realizaban todos esos ajustes (lo cual era doloroso), debía pasar de 3 a 5 días sin poder morder cosas duras y con mucho dolor en mis dientes. Pero, yo soporté el dolor, porque sabía que el resultado sería una sonrisa de publicidad. La espera fue larga, el dolor fue fuerte, mis dientes experimentaron ese proceso de ser movidos y acomodados en el lugar correcto, pero luego, disfruté del resultado final; un acabado perfecto.
Cuando estamos esperando aquello que deseamos, sufrimos, porque nos falta lo que nuestros corazones anhelan. También, cuando nos hallamos en una situación de angustia y quisiéramos huir corriendo, quisiéramos escapar de allí, y no podemos. Cuando no soportamos más la situación en la que nos hallamos, perdemos las esperanzas, las fuerzas, el gozo, la constancia y la paciencia. Es allí cuando clamamos como Pablo, cuando le pide a Dios que se le quite el aguijón de la carne, es decir, aquello que le estaba haciendo doler. Y Dios responde: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2°Corintios 12:9). Muchas veces, el dolor pareciera no irse, y lo que anhelamos no llega. Pero es allí, cuando en nuestra debilidad, Dios nos perfecciona; porque somos tan duros, que Dios debe ablandarnos para trabajar en nuestras vidas.
De igual manera trabajan las pruebas en nosotros. Para algunas personas, su prueba será una persona difícil con la cual tiene que convivir cada día, lo que le llevará a tener que buscar fuerzas en Dios para soportar con paciencia y sabiduría esa situación. Para otros, en cambio su prueba puede ser algo que se demora y no llega, lo que hace que el desaliento sea algo con lo cual batallar a diario en oración. Para otros tantos, su prueba puede significar una situación económica precaria o una enfermedad que irrumpe la vida, en donde, en ambos casos tendrán que depender y confiar en la soberanía y providencia de Dios. Es así, que la prueba te pedirá más de ti, la prueba pedirá que tu fe vaya por más. La prueba te sacará de dónde estás y te obligará a extenderte. Por lo tanto, tus tribulaciones le darán profundidad y extensión a tu vida, tal cual les sucedió a los creyentes dispersos por sus angustiadores a quienes les habló Santiago.
PONLO EN TU CORAZÓN
Por esto, entender que las diversas pruebas en las que nos encontremos son momentáneas es muy importante para animarnos en medio de estas, hará que nos fortalezcamos y nos impulsará hacia la excelencia. También, no debemos olvidar que las pruebas producen en nosotros madurez y eterno peso de gloria, pensar así, es lo que permitirá que disfrutemos con sumo gozo. Por esto mismo, no debes sufrir, ni debes quejarte por la prueba de fe, porque Dios mismo está trabajando en tus fibras más profundas; porque Dios te ama y no quiere que te falte nada. El texto termina diciendo: “sin que os falte cosa alguna” y significa no quedarse corto, sin deficiencia y sin necesidad.
Entonces, así como las bendiciones de Dios producen adoración en nuestro corazón; las pruebas producen madurez, pero, esto solamente sucede cuando dejamos que la paciencia haga su obra completa en nosotros
¿Quieres ver grandes cosas en tu vida? ¿Quieres lograr el máximo de tu potencial, para el cual fuiste creada? No luches con la prueba y no pierdas la paciencia, sino, deja que ella haga su obra completa en ti. Entonces así, podemos decir que lo mejor está por venir, por eso: ¡Ten paciencia!
PONLO EN PRÁCTICA
Pasar tiempo leyendo la Palabra de Dios nos fortalecerá en la espera y permitirá que Dios sea claro en lo que quiere cambiar en nuestras vidas. Por eso, te dejo el link de un devocional que puede serte de ánimo, si es que estás experimentando diversas pruebas y necesitas paciencia (algunas de ellas están en inglés, pero se pueden traducir ;). También puedes leer sobre la canción de Hillsong que nos recuerda que no estamos solos en medio de los problemas: Uno Más Entre Las Llamas.
Devocional "Espera y verás": https://my.bible.com/reading-plans/2831-wait-and-see
Devocional "Mañanas con el Espíritu Santo": https://my.bible.com/reading-plans/3914-mornings-with-the-holy-spirit
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