top of page

Me Libró de Todos Mis Temores

Muchas veces, el miedo nos paraliza, nos detiene, nos lleva a ocultarnos, nos aleja de vivir la vida que Dios ha planeado para nosotras. Pero hay un Dios que nos libera, y disipa nuestros miedos. Te invito a que juntas podemos disfrutar de estas grandes verdades.






 

Busqué a Jehová, y él me oyó,

Y me libró de todos mis temores.

Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados.

Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias.

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,

y los defiende.

Salmos 34:4-7


 

¿Alguna vez has sentido miedo? Por ejemplo, mientras esperas para subir a una montaña rusa; cuando ves una araña o una cucaracha que vuela. Cuando faltan pocos minutos para un examen. Ese miedo que se siente la noche anterior a un evento importante; así mismo, el miedo cuando piensas acerca de tu futuro. Miedo a perder a un ser querido, miedo a una enfermedad o tragedia.


¿Y qué sucede cuando eso que piensas tiene razones lógicas, ya que sabes que eso malo probablemente sucederá? ¿Y si es algo que no puedes controlar? ¿Estuvo tu vida en riesgo, o aun también, tu prestigio? Alguien que ha sentido esa clase de miedo, fue David. Es por eso, que hoy vamos a realizar un viaje por este pasaje que nos revela, lo que ha sucedido en el corazón y la mente de David, cuando se enteró que el rey Saúl lo estaba persiguiendo, para matarlo.




Pero antes de adentrarnos en el Salmo 34, vayamos a recorrer un poco, la situación en la que se encontraba David.


Saúl era el rey en aquella época, y David era quien tocaba el arpa para ayudarlo a dormir. Por aquello días, Dios le había permitido a David ganar muchas batallas, y todos hablaban acerca de esto; hasta hacían canciones sobre la grandeza de David por sobre las victorias que Saúl había tenido. Este fue uno de los motivos por el cual Saúl quería matar a David, es allí cuando él tuvo que huir de manos del rey (1°Samuel 19: 9-11).


La vida de David estaba en peligro, y la muerte lo perseguía. Es así como, él huye a Gat (1°Samuel 21:10-15) y finge estar loco para que no dieran aviso al rey sobre su paradero. En esta situación estaba, cuando escribe el Salmos 34.


David declara: “Busqué a Jehová, y él me oyó”. Dios no es un Dios que se esconde, o se oculta de quien le busca; sino que sucede todo lo contrario, porque él es un Dios que se revela y es el primero en hacerlo. Por eso, él escucha a quien le llama y le busca (Mateo 7:7). Aquella persona que le requiere, que le consulta, el alma que clama; es Dios quien está atento a sus palabras (Salmos 18:6).


No hay nada más molesto que estar llamando y llamando a alguien por teléfono, mientras que lo único que escuchamos es el tono de espera. Peor aún, es cuando tienes algo importante que consultar a alguien, y le envías un whatsapp, pero esa persona nunca llega a leer el mensaje. Y en la categoría de: “La Peor Respuesta Que Se Le Puede Dar A Un Millenial” es: Marcar el Visto ✔✔ y no responder.


Pero esto nunca sucederá con Dios, ya que él no sólo es un Dios que oye a quien le busca, sino que actúa en respuesta a ello; y “...Me libró de todos mis temores”. Exactamente, él quita tus temores, los disipa. Y David puede declararlo así, porque lo experimentó en carne propia. Dios no sólo le quitó el miedo de morir, sino que lo protegió de morir.





Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados.

Si hablamos de vergüenza, pensamos inmediatamente en alguien con la cara del color de un tomate ¿Te ha pasado? porque esta palabra en el original, usa exactamente esa expresión. Es decir, que quienes miran a Dios, son iluminados, no son confundidos, sino que sus rostros resplandecen y no tienen vergüenza. Esto es algo que, sin dudas, David comprendía; porque luego de huir de Gat, fue a esconderse a la cueva de Adulam (1° Samuel 22:1-2).


Recordemos que antes de escribir el Salmo 34, el escritor estaba siendo perseguido y estaba sentenciado a la muerte. Es por eso, que decide esconderse de aquello que le atemorizaba. Y allí estaba, escondido en una cueva junto con un grupo de conocidos, que imitaron su ejemplo y se escondieron con él. Estos, estaban afligidos, estaban endeudados y/o estaban amargados (1°Samuel 22:2). ¿Cómo llamarías a este grupo? ¿Los Vengadores? No lo creo. Estas personas, estaban pasando por situaciones que producen miedo, tristeza, angustia. Pero en 2° Samuel 23, se menciona que muchos de ellos se convirtieron en los Valientes de David (Los Vengadores de aquella época). Podemos decir, que ellos miraron a Dios y sin lugar a duda, sus rostros fueron alumbrados y su vergüenza se convirtió en victoria.




Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias.

Pobre es quien tiene necesidad, es el necesitado, es quien está afligido. El escritor de este capítulo, estaba necesitado, afligido; y en su dolor, Jehová lo escuchó. Porque Dios es un Dios que no sólo oye, sino que actúa ante el clamor de quien sufre, y le rescata de su angustia. Él nunca da la espalda a quien está necesitado de socorro: “Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” Salmos 51.17. Y David, experimentó esta clase de rescate en medio del miedo, la persecución y la asechanza de la muerte.




El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,

Y los defiende.

David fue un gran guerrero de Dios, y luchó en muchas batallas. Por eso, entendía con exactitud este concepto, de acampar alrededor. Exactamente, como quien se queda cuidando un campamento militar y debe hacer vigilia durante la noche. Así es, cuando un problema te persigue, y te quita el sueño por la noche. No creo que David pudiera dormir en paz, sabiendo que allí afuera, lo estaba buscando, quien deseaba matarlo. Pero él declara, que el ángel enviado por el mismo Jehová de los Ejércitos, es quien vela por su vida y le rodea, para defenderlo.




PONLO EN TU CORAZÓN:


Al comenzar, hemos recordado aquellas situaciones que pueden producirnos miedo. Y estos, pueden llevarnos a la angustia, al sufrimiento, a ocultarnos, y hasta pueden llevarnos a paralizarnos. Como David, podemos estar pasando por momentos que prestan al miedo; y como él, podemos llegar a huir de los problemas y escondernos con temor en una cueva. Pero nosotras tenemos la oportunidad de aferrarnos a las verdades del Salmo 34 y debemos Buscar al único que nos oirá, al único que actuará, Jehová de los Ejércitos. Debemos mirarle a él y no aquello que nos angustia. Debemos confiar en su protección y hallar paz en medio de la guerra, porque él es quien acampa a nuestro alrededor para defendernos. Porque cuando decidimos buscarle, mirarle y confiar en su protección; él nos oye, disipa nuestros miedos, alumbra nuestra confusión, nos quita lo que nos avergüenza, nos rescata de la angustia, nos rodea con su protección y nos defiende.

¿Cuándo algo te produce miedo, a dónde acudes? ¿A una amiga/o, a un novio, a tu mamá? Primero acude, a quien tiene el deseo de oírte y a quien tiene el poder de librarte de tus temores. Por eso, ya no podemos seguir escondiéndonos de aquello que nos atemoriza, porque tenemos la oportunidad de buscar a Dios, clamar a él en medio del caos, y sin duda, que él oirá y actuará conforme a lo que ha dicho que él es. Es necesario recordar que Dios tiene Pensamientos de Paz con nosotras.




PONLO EN PRÁCTICA:


Esta semana, puedes memorizar este hermoso pasaje para recordarlo cada vez que te halles con miedo. También puedes, poner en práctica, el Salmo 38:9 (“Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto”) y anotar en tu lista de oración, todas aquellas cosas que te atemorizan y te angustian, lo que te hace suspirar, para poder estar buscando a Dios en cada una de ellas. Te recomiendo los siguientes Salmos que también fueron escritos por David en medio de esta persecución: Capítulo 7, 34, 52, 54, 56, 57, 59 y 142. También, puedes leer sobre la canción que nos recuerda sobre la compañía de Dios en medio de nuestros miedos: Uno Más Entre Las Llamas de Hillsong Worship.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page