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Uno Más Entre Las Llamas

Cuando transcurres por momentos problemáticos y sientes que todo tu mundo se quema, como si caminaras entre las llamas. Como si no hubiera nadie allí, y debes hacerlo sola ¿Realmente estás sola? Te invito a que juntas podamos descubrir el mensaje de Dios detrás de esta canción.





¿Te consideras una chica solitaria? ¿Te has sentido sola en momentos críticos? Tal vez, te es fácil enfrentar las situaciones de la vida sola, porque te gusta o porque los sucesos del pasado te han enseñado a vivir de ese modo. Tal vez, te sientes débil para enfrentar circunstancias difíciles o crees que no eres apta para asumir grandes responsabilidades. Sea que estés bien acompañada o hayas aprendido a sobrellevar cada día, todos hemos experimentado la sensación de soledad, y más cuando los problemas surgen. Pero, si hay un Dios Omnipresente ¿Estoy realmente sola?


 

There was another in the fire

Standing next to me

There was another in the waters

Holding back the seas

And should I ever need reminding

Of how I've been set free

There is a cross that bears the burden

Where another died for me

There is another in the fire


“Another In The Fire” Hillsong Worship


 

TRADUCCIÓN


Había otro en el fuego. Parado junto a mí Había otro en las aguas. Conteniendo los mares Y si alguna vez necesito recordar De cómo he sido liberado Hay una cruz que lleva la carga. Donde otro murió por mi Hay otro en el fuego.


 


El coro de esta canción comienza con una frase: “Había otro en el fuego”, que hace referencia al pasaje de Daniel capítulo 3, en el que se relata la historia de los amigos de Daniel. Ellos eran judíos que habían sido llevados cautivos a Babilonia; habían sido arrancados de su tierra y habían sido alejados de sus seres queridos. Es así, que fueron llevados a un país con otro lenguaje, con otra cultura y otros dioses.


Durante el reinado de Nabucodonosor, se levantó una estatua con su image; y se estableció un mandato que, obligaba a inclinarse para adorar la estatua de oro, cada vez que se oyera el sonido de todo instrumento de música. Sadrac, Mesac y Abed-nego, fue el grupo de amigos que no se postró ante la estatua, porque su Dios era Jehová y sólo a él adorarían. Por mantenerse firmes en honrar a Dios, sufrieron el castigo que esto conllevaba: ir al horno de fuego y morir allí.


Cuando los llevaron al horno ardiente, quienes los estaban arrojando, murieron quemados por el fuego que salía de allí. Al pasar los segundos, el rey Nabucodonosor se espantó porque vio que estos jóvenes no se estaban quemando, y que junto a ellos había un cuarto varón. ¿Acaso no eran 3 amigos? ¿Quién era el cuarto? El aspecto del cuarto era como el de hijo de dioses. Ellos no estaban solos en el fuego, junto a ellos estaba Cristo mismo, acompañándolos en medio de las llamas.


Babilonia intentó tomar a un grupo de jóvenes, quitarles su cultura, idioma, nombres e identidad, para darles una nueva cultura, un nuevo idioma, nuevos nombres y una nueva identidad. Pero los amigos de Daniel, no se olvidaron quienes eran ellos y cuál era su Dios. Ellos enfrentaron la responsabilidad de ir contra la corriente, y fueron castigados por ello. Luego que fueron llevados al horno, parecía una muerte trágica, pero cuando todo ardía, justo ahí, en medio del fuego, no estaban solos. Cristo estaba con ellos.




“Había otro en las aguas

Conteniendo los mares”


Esta frase, nos recuerda cuando el pueblo de Israel cruzó el Mar Rojo (Éxodo 14). Ellos habían visto el poder de Dios en cada plaga que atacó a los egipcios, y que estas, nunca les habían alcanzado a ellos. Luego de eso, Jehová los sacó de esa tierra y de la esclavitud con mano poderosa. Pero, cuando ellos comenzaron su camino, Faraón decide perseguirlos con todo su ejército. Entonces, al huir, se encontraron con el Mar Rojo, es decir, que no tenían modo de escapar de sus enemigos. Es así, que el pueblo se atemoriza, clama a Dios, y él les responde que no teman, que estén firmes y ven la Salvación que él haría con ellos (Ex. 14:13-14).


Es allí, en medio del camino sin salida, el temor y la muerte, que Jehová los salva con brazo fuerte y poderoso. “Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.” Ex. 14:21-22. Jehová es el que tiene poder para abrir caminos donde no los hay, librarnos de nuestros temores y de lo que nos asedia, persigue, de nuestros enemigos.




“Y si alguna vez necesito recordar De cómo he sido liberado”


Muchas veces nos olvidamos cómo hemos sido liberados del pecado ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas ese poder que traspasa la muerte y trae vida? ¿Recuerdas ese amor que lo entrega todo sólo para arreglar el problema que nosotros causamos? Es fácil olvidar, y es difícil recordar, por eso debe ser nuestra meta cada día, el recordarnos recordar. “Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies,” Lucas 24:38 y 39.

El mismo poder que levantó a Cristo de los muertos, es el mismo poder que obra en nuestras vidas, es el poder que habita en nuestros corazones y nos recuerda que no estamos solos, tenemos su Espíritu Santo que nos acompaña (Juan 14.26).



“Hay una cruz que lleva la carga. Donde otro murió por mi”


“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”


¿Quién moriría por su enemigo? Cristo así lo hizo. Él llevó nuestros errores, nuestros pecados en aquella cruz, para morir y pagar la deuda de sangre que nos correspondía a nosotros. Fue allí, donde otro murió por mí, Cristo. Cuando pensamos en esto ¿Qué causa en nuestros corazones? Debe producir adoración y agradecimiento, a quien lo dio todo por nosotros. Es allí, cuando los problemas se vuelven pequeños, porque nuestro mayor problema fue resuelto en el madero.




PONLO EN TU CORAZÓN:


Al recordar estas verdades en medio del fuego, en medio de un camino sin salida; debemos pensar en ese Dios que tiene un amor infinito y un poder ilimitado. Un Dios que no nos deja solos en medio del caos, sino que nos acompaña; y es Cristo mismo quien se para junto a nosotros en el fuego. Es quien también, abre caminos donde no los hay y sostiene las aguas; él es quien lucha nuestras batallas y nos libra de nuestros enemigos. Él no se detiene allí, sino que ha tomado nuestra culpa, nuestra deuda y las ha clavo en la cruz. Es quien al morir hace temblar la tierra, raja el velo del santuario y rompe la barrera que nos separa de Dios. Es quien nos ama y tiene poder para vencer.

Así que, no sólo ahora te invito a disfrutar de esta letra hermosa, sino también a poder decir: “Hay otro en el Fuego”. No te olvides, no estás sola en el fuego, Dios abre caminos donde no los hay, y Cristo, es aquel que te ama hasta lo sumo, que ha entregado su vida por ti.




PONLO EN PRÁCTICA


Puedes memorizar Isaías 43:1-2 para recordarlo en medio del caos. También puedes leer los siguientes pasajes durante esta semana, para seguir meditando en estos pensamientos: Daniel 1 y 3; Marcos 4:35-41; Lucas 23:36-49; Romanos 5:1-11.



Aquí te dejo algunos links que te pueden interesar sobre esta canción:


· Another In The Fire (Live): https://www.youtube.com/watch?v=zmNc0L7Ac5c

· Cover de Twice –Uno Más Entre Las Llamas: https://www.youtube.com/watch?v=tO1T9dDlCQg

· La historia de la canción contada por los compositores: https://www.youtube.com/watch?v=6xrE-JMAfMY&t=341s

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